Las generaciones más jóvenes, particularmente la Generación Z y los millennials, buscan cada vez más refugio en actividades analógicas como un contrapunto a sus vidas saturadas digitalmente. Esta tendencia abarca una variedad de actividades, desde manualidades y juegos de mesa hasta correspondencia escrita a mano y el resurgimiento de los discos de vinilo.
El atractivo de estas "islas analógicas", como a veces se les llama, radica en su naturaleza tangible, que ofrece un contraste con las experiencias a menudo efímeras del mundo digital. Martin Bispels, de 57 años, ex ejecutivo de QVC y fundador de Retroactv, una empresa de productos de rock vintage, señala que para las generaciones mayores, estas actividades analógicas ofrecen una conexión reconfortante con un pasado conocible. "El pasado da consuelo", dijo Bispels. "El pasado es conocible... y puedes definirlo porque puedes recordarlo como quieras".
El renovado interés en los discos de vinilo ejemplifica esta tendencia. Después de casi desaparecer hace dos décadas, el vinilo ha experimentado un resurgimiento significativo, impulsado en parte por los consumidores más jóvenes. Este renacimiento ha tenido un impacto notable en la industria de la música, con las ventas de vinilo aumentando constantemente año tras año. Los principales sellos discográficos han respondido invirtiendo en la producción de vinilo, y las tiendas de discos independientes han experimentado una revitalización. Los fabricantes de tocadiscos también se están beneficiando, con empresas como Pro-Ject y Rega que informan de una mayor demanda de sus productos.
Más allá de la música, la tendencia se extiende a otros pasatiempos analógicos. La industria de las manualidades, que abarca actividades como tejer, pintar y colorear, ha experimentado un aumento en popularidad. Las ventas de juegos de mesa también han aumentado, con empresas como Hasbro y Asmodee que informan de un fuerte crecimiento. Estas actividades ofrecen una experiencia táctil y social que a menudo falta en las interacciones digitales.
Los expertos sugieren que la creciente dependencia de la tecnología en todos los aspectos de la vida, desde el trabajo hasta las interacciones sociales, está impulsando este deseo de experiencias analógicas. La conectividad constante y la sobrecarga de información pueden provocar sentimientos de agobio y un anhelo por tiempos más simples. Las actividades analógicas brindan una forma de desconectarse del mundo digital y participar en actividades que son a la vez relajantes y estimulantes.
No se espera que la tendencia hacia las actividades analógicas disminuya pronto. A medida que la tecnología continúa avanzando e impregnando más aspectos de la vida diaria, es probable que crezca el atractivo de estas experiencias tangibles, ofreciendo un contrapeso al panorama digital.
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